domingo, 3 de octubre de 2010

Día 10: Johnny Walker

Estos últimos días han sido una paliza. Nos hemos mudado del hotel cargados con maletas, maletones, edredones, almohadas, sábanas, etc. desde Croydon (Zona 6 en el Sur) hasta Canada Water (Zona 2 en el Sureste) donde está nuestra casita. Lo hicimos en dos días porque el primero, cuando volvimos a Croydon, empezaron a llover gatos y perros.

Pero el tiempo nos está acompañando... excepto cuando vamos cargados con la compra. Amanece soleado y con buena temperatura, nos vamos al Tesco asados de calor con los abrigos, hasta el punto de llegar sudados al súper. Allí nos deshacemos de nuestras ropas y empezamos la aventura de comprar en un hipermercado con más lineales de refrigerados y congelados que de productos sin frío. Comida preparada, comida envasada, comida cocinada, comida para llevar, algo de frutas, verduras y carne fresca, y botes y más botes de salsas. Salsas para pescado, para carne, para pasta... de Italia, de México, de Polonia, de Sudáfrica. Llevo tres días buscando latas de atún, guisantes, zanahoria rallada o cosas así, los botes de España. Pero aquí si va en bote o lata es salsa. Total, que dos horas después y con la compra para el fin de semana (una cesta) salimos del Tesco y llueve torrencialmente. Lo mismo nos pasó la segunda vez cuando fuimos a por la compra de la semana y de cosas para la casa, mañana soleada, y al salir lluvia. Ayer fue peor, cuando volvimos de Oxford St con una bolsa de Primark de papel que no aguantó el diluvio y se nos deshizo por el camino. Pero en general buen tiempo, llueve menos de lo que me esperaba.

Siguiendo con la paliza de caminar de los últimos días, hemos ido como mínimo 3 veces al Tesco, una a Oxford St, nos hemos pegado una caminata bien larga para buscar un Lloyds Bank que no existía y también un largo paseo para que Victoria pudiera inscribirse en los servicios de empleo, oficinas y proceso que merece un post en especial... y que nuestra reforma laboral debería contemplar. Estamos destrozados y con dolor de espalda, pero cada día más instalados.

Conseguir Internet para poder postear, buscar en Google Maps lugares y que Victoria pueda buscar curro y yo cursos de inglés ha sido también una dura misión. Es imposible comprar una SIM con Internet para el Módem USB. Compré una SIM “Pay as you go” (osease, prepago) de Virgin para mi móvil, con una recarga de 15 libras tengo SMS ilimitados y 1 GB de Internet Móvil gratis, y unos 60 minutos en llamadas que se descuentan de las 15 libras. El problema ha sido que hemos tardado 3 días en saber configurar el teléfono para tener Internet en él, y navego con cobertura GSM, ni GPRS, ni UMTS, ni HSDPA, navego a la velocidad de la prehistoria, al menos desde casa. Más difícil ha sido conseguir un Módem USB prepago de Vodafone con 3GB de Internet por 20 libras módem y recarga. Agotado en el The Phone House del Tesco, tuvimos que comprarlo ayer en Totenham Court Road. Porque la opción de contrato (mucho mejor que en España con 5 GB por 15 libras, sin contrato de permanencia) no era viable porque aún no hemos conseguido abrir una cuenta en UK. Ahora ya en casa con nuestro flamante módem USB navegamos a una velocidad de entre 1Kb/s y 56Kb/s. Osease, más despacio que cuando las tarifas planas de las 6 de la tarde a las 8 de la mañana. De hecho escribo este post en Word antes de conectarme a Blogger para postear. Ya os podéis olvidar de imágenes en el blog otro día más, pero las tengo guardaditas para subirlas todas cuando tenga una conexión decente.

El martes tengo que ir al Southwark College para informarme de los cursos de inglés, como ya dije la escuela en principio me gusta, especialmente porque tiene equipo de basket. A ver si puedo unirme al mismo y empiezo a ponerme en forma.

En casa somos 7, abajo, en lo que debía ser el living room duermen una pareja de italianos, que han venido a aprender inglés también. En nuestro piso duerme una chica italiana que trabaja en diseño de vestuario para cine y TV, y en la buhardilla duermen una chica polaca con un chico inglés, trabajan en diseño creo. A quién mejor entiendo es a la chica polaca, Anna, habla un inglés muy fluido pero bastante comprensible. A los italianos los entiendo más o menos, especialmente a la chica de nuestra planta, que habla mejor. A Josh, el chico inglés no le entiendo, tiene un acento muy raro, como inglés... A Victoria la entiendo bastante bien también. Y yo hablo como los indios en las pelis, frases sencillas y conjugando mal los verbos... Echo de menos un living room para convivir. También estamos teniendo problemas con las coladas, nuestra ropa está sucia, la lavadora siempre ocupada, y cuando sacas una colada no se seca nunca y coge olor a humedad, estamos probando nuevas formas de secarla, ventanas abiertas, menos carga, y el ventilador de la habitación encendido, pero no sabemos si funcionará.

Supongo que pronto Victoria posteará su experiencia intentando abrirse una cuenta del banco y el proceso para apuntarse al paro.

See you!

No hay comentarios:

Publicar un comentario