
El resto de la semana ha sido un poco anodino. Ya me hago las entrevistas como churros, aunque yo creo que a veces no me entienden bien, pero como son muy polite no me dicen nada y asienten con la cabeza. Como curiosidades, ayer hice una entrevista en la cafetería de un hotel donde me pimplaron 6 libras por un cortado (expresso macchiato), cuando ya me había tomado dos cafés antes de la entrevista y en realidad lo pedí porque llegué pronto. Y el lunes fui a una por equivocación, porque un tipo me dijo que si podíamos hablar a las 9 y por lo visto se refería a hablar por teléfono... También he tenido que hacer un examen de trenes para otro puesto (supongo que el jefe debe de tener un hijo en edad escolar y por eso hace pasar esa prueba a sus futuros empleados) y he ido a una sesión de Vuelta al Trabajo en el Jobcentre. Básicamente consiste en un señor muy amable leyendo una serie de circunstancias por las que podemos perder los benefits y otra señora muy maja diciéndonos los cursos y cosas que podemos hacer para encontrar trabajo.
Esta pobre gente me dio lástima, y eso que eran los dos únicos con curro de la habitación, porque su público pasaba de ellos como de la m*erda. La situación me recordó a las clases de adolescentes conflictivos de las pelis americanas; los que menos miedo daban eran los negros. Pero después de la sesión aproveché para ir a preguntar qué pasa con mi paro, del que aún no he sabido nada. Las últimas noticias que me dieron es que sin National Insurance Number, no Benefits. Así que fui a decirles que los de la Seguridad Social no me llamaban, ni me escribían ni nada y que no me daban cita porque decían que la cita me la tiene que dar el Jobcentre. El señor mayor constató en el ordenador que no me llamaban porque nadie había pedido una cita para mí cuando hice mi claim y que eso no era normal. Así que me acompañó a un teléfono de allí, para que llamara para pedir cita. Llamé, pero ya me imaginaba yo lo que iba a pasar. Me cogió el teléfono la típica funcionaria con chicle que se está limando las uñas mientras te coge el teléfono con el hombro y esta señorita me dijo que la única manera en la que yo podía conseguir una cita era hacer una nueva solicitud (recordemos el proceso)Total, que allí que me voy yo a la ventanita otra vez y esta vez está la chica de los cursos de formación y le explico toda la retahíla. Ésta me dice que no, que obviamente no tengo que hacer otra claim y que me acompaña a ver qué me dicen los de la Seguridad Social. Total que llamamos y ya -por fin- me explican la historia. No me hace falta número de la seguridad social porque estoy importando los benefits y no es obligatorio tenerlo para cobrar, por eso mi cita tardará, ya que no es prioritario. Pero aún no he cobrado, así que he de llamar a un nuevo número a informarme del estado de mi solicitud. Y ahí nos hemos quedado, porque al número llamé ayer 6 veces y hoy 3. Les he dejado un mensaje en el buzón de voz y por si acaso, les he escrito un e-mail. Aunque e-mails míos ya tienen en todos los departamentos del gobierno inglés. Llevan 2 semanas pasando mis mensajes de unos a otros como una patata caliente. Así que el lunes probaré otra vez.
La foto de los fuegos es By Ali (Fireworks explosion) [CC-BY-2.0 (www.creativecommons.org/licenses/by/2.0)], via Wikimedia Commons
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